domingo, 22 de abril de 2012

Justificación

El anime es una narración única, con sus propios códigos estéticos y ficcionales. Su diferencia le hace valioso para los intercambios culturales y para su estudio.

Desde esta concepción del animismo estético (el percibir el alma de las cosas, escuchar sus voces, observar sus movimientos) tratamos con una concepción que no sólo es poética, sino que además está arraigada en una forma diferente de entender el mundo. Como ya sentenció Adorno al respecto: “el animismo había animado las cosas, el industrialismo cosifica las almas”. Así, podemos observar claramente que dos formas de ver el mundo se juegan su derecho a la existencia; aunque hay una manera que pretende ser la única y verdadera.


Sin embargo, en las culturas ancestrales el animismo no era sólo una conceptualización de sus incertidumbres, ni la simbolización de sus angustias. Al escuchar las voces de la naturaleza, se establecen complejas interrelaciones entre el mundo material y el espiritual, entre el mundo humano y el animal. Esto es materia para una filosofía nueva que se contraponga a la objetivación de las cosas; que cuestiona la ontología del mundo y de lo cognoscible.

1 comentario:

Renato dijo...

Hola,

he estado revisando las antiguas entradas de mi blog (semi abandonado) y estoy re contactando a los 'viejos' comentaristas. Cosa rara, entre la nostalgia y la extrañeza.

Es curioso que tengas un post (y aparentemente todo un programa investigativo sobre el anime); hace poco estuve con una pareja de amigos y ella me platicó que su proyecto de tesis doctoral está siendo (hiper-resumido) sobre el cosplay: la deconstrucción y reconstrucción de la personalidad del cosplayer. Desde una perspectiva sociológica-filosófica... prrff. me perdería en los detalles.

En fin, un saludo.