lunes, 7 de enero de 2013

Fragmentos de nuestra locura

Cuando uno sufre de una enfermedad nerviosa, la recomendación del médico y los amigos siempre es la misma: tienes que relajarte. Ser consciente de estar en una situación emocional tan precaria es desalentador: irónicamente, la única causa de ansiedad que puede identificarse con plena certidumbre es la necesidad de relajarse, de no ponerse nervioso. Lo cual termina por activar un círculo de preocupaciones infundadas o no. La terrible sensación de no tener que estar nerviosa es tan odiosa como estar nerviosa; sufrir esta condena psicológica es algo que podría postrar al más fuerte.

1 comentario:

alio dijo...

Claro, es un círculo vicioso. O peor, pues la necesidad de relajamiento se presenta como otroproblemaqueresolver.
Sólo te puedes calmar calmándote.
Sí, así como suena, pero no hay de otra.